Llegamos jueves en la noche después de la manejada más larga hasta el momento. El día siguiente fuimos a conocer el lugar a pie. En el mercado de artesanías compramos varias cositas, pero en una tienda le dimos la primera venta del día, asi que el muchacho nos empezó a hablar de nuestro viaje y a indicarnos lugares a donde ir. Cuando nos dimos cuenta el muchacho señalaba y caminaba y seguía caminando hasta que se convirtió prácticamente en un Tour por toda la ciudad. Nos pegaron el Tour por unas tres horas, vimos puentes colgantes, iguanas (aqui se grabó película "La Noche Iguana"), la casa de Elizabeth Taylor, la Catedral de la Virgen de Guadalupe, galerias, etc. El muchacho nos recomendó lugares para comprar cosas específicas y como nos dijo de antemano que no iba a aceptar ninguna propina, por lo menos aceptó un Gatorade.
Después fuimos a hacernos un masaje. Para mí era la primera vez que iba a un lugar de estos y fue muy extraño. Me hice un pedicure y pobre la muchacha porque me tuvo que arreglar los callos de tanta caminada que he hecho. Alonso salió como nuevo de este lugar.
En la noche fuimos a celebrar y nos metimos en el bar más llamativo de Puerto Vallarta. Estaba lloviendo demasiado y las calles estaban todas inundadas. Tuvimos que agarrar un taxi para navegar 3 calles. En el bar, empezó un poco vacio, pero como a veces uno tiene que crear sus situaciones, yo le dije al mesero que estaba cumpliendo años y de ahi fue muy gracioso. Me trajeron una bandeja con 3 tragos, de los cuales sólo tuve que tomar uno que estaba flameado y también me trajeron un queque delicioso. Asi que siempre tuve un quequito. Al rato que se llenó más, de repente llegaron 4 meseros y nos dijeron "Esto es departe de mi y mis compañeros". Pusieron una bandeja con tres copas en una silla, uno de los meseros vació una de las copas en la bandeja , otro le prendió fuego y otro desde arriba le tiró canela y esa cosa prendió varios metros de altura de fuego. Para el tamaño del bar, el servicio estuvo muy bueno, los saloneros tenían coreografías mientras esperaban, asi que uno se entretiene viéndolos bailar sincronizados por todo el bar. Estuvo muy muy bueno, y manejamos tranquilos de regreso al hotel.
El día siguiente se supone que iba a ser buenísimo, pagamos un Tour a las Islas Marietas, que era un lugar de mi lista de lugares por conocer. Teníamos que ir en un ferry o catamarán por 1 hora y 15 minutos para llegar. A los 10 minutos pensé "este Tour fue un error". Era de los oleajes más fuertes que habían tenido en la temporada, porque la Luna estaba llena y el barco iba contra las olas, entonces se hacia para arriba y para abajo. Se sentía el vacío en cada vaivén y a los 30 ó 45 minutos empezaron las olas de vómitos. Yo estaba de pie para poder ver lo que venia y prepararme para cada ola, pero también estaba al frente el basurero y al frente del baño. No miento si digo que en un momento vi pasar como 2 o 3 bolsitas de vómito por minuto. Llegando a las Islas Marietas yo estaba en el lado del barco donde se veía el paisaje y estaba vomitando mientras daban la explicación, asi que seguro salgo en las fotos de varias personas. Después llegamos otra isla a hacer snorkeling, pero yo solo llegué a la arena y me tiré ahi por unas 3 horas. Al final vomité 5 veces y creo que después de esta, dudo fuertemente que me vaya a montar en un ferry.
Alonso sobrevivió a pura concentración, cerrando los ojos y permaneciendo sentado en un lugar donde no le llegará el olor. El resto del día fue de recuperación.
Día 3
Recorrimos otra vez el puerto, ya con más tranquilidad y encontramos puntos panoramicos muy impresionante. Pasamos otra vez al mercado de artesanías y ya para la tarde habíamos caminado los lugares al menos unas tres veces. Asi que nos fuimos en carro a "Nuevo Vallarta" y nos fuimos meter un Mall. Hicimos varias compras y Alonso tuvo que comprar una maleta extra para echar las cosas nuevas y unas cosas que compró para la familia. Así que literalmente íbamos comprando cosas y hechandolas en la maleta. Yo me compré un vestido y unos zapatos de tacón. Es probablemente consecuencia de la necesidad de vertir mejor. Literalmente me he estado poniendo las mismas 5 camisas durante casi un mes, tenis o chanclas, y los mismos dos pantalones. Jeans si acaso 2 veces. Ahhhhh.
Día 4
Es día de ir entre ciudades. Volvemos a Guadalajara para el último segmento, pero tuve un sentimiento de tristeza cuando dejamos Puerto Vallarta. Como dice una amiga, cuando se siente tristeza de un lugar o de despedirse de algunas personas es porque hay muy buenos recuerdos, y este es el caso.
En el reporte de salud, estamos bien. Alonso tuvo un incidente con un ceviche de Mahi mahi que le provocó una alergia, pero con el kit médico que trajo, ya está bien. No volvió a sufrir quemaduras solares y el masaje lo recuperó mucho. A mi no me volvieron a picar, ya casi no me duele la chichota y el mismo día del ferry pude comer pasta en la noche, pero ya no como nada ácido para no maltratar la pancita. El último día y medio nos hemos reino tanto que parecemos tontos, pero eso nos ha ayudado a tranquilizarnos del estrés de las calles y los "mataburros" que tiene los buses.
Llegamos a Guadalajara, estamos bien.
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